En el ocaso del día se preveía una fuerte lucha, ya que hasta ese momento eran los cuartos clasificados y nuestra piedra de toque más dura.
Al llegar al campo se planteaban nuevos inconvenientes: un frio viento que dificultaría nuestro mejor juego técnico.
...... y si por si acaso no teniamos bastante, los jugadores de nuestro rival eran unas torres: fuertes y duros.
Podemos ver en la foto como Jorge Parra (uno de nuestros jugadores mas grandes le llegaba a la barbilla a su defensa). En el partido se planteaba otra novedad: estrenabamos nuestra segunda equipación: camisetas blancas.
Ante tanto frio, los jugadores que se quedaban en el banquillo se protegían con una manta que también estrenabamos. Pero no hay vientos ni mareas en este planeta que puedan con nuestros diablos rojos, y tras el grito de guerra se propusieron a vencer al enemigo.